16 Feb Pensamiento Semilla – La Culpa
La Culpa, ¿Cómo te ata la culpa y te impide asumir tu responsabilidad?
La culpa, esa cadena invisible que te ata a un pasado que no puedes cambiar y te impide avanzar para asumir la responsabilidad de tus acciones o no acciones.
Es importante comprender que la culpa asertiva, te ayuda a identificar aquellos actos de tu vida que se pueden mejorar, ya que te ayuda a tomar acción en ellos para enmendar los “errores” y mejorar como persona al asumir tu responsabilidad.
El mayor problema de la culpa, es cuando decides no soltarla y cargar con ella a modo de autocastigo como causa de algo que consideras “no está bien”. El primer problema de esto, es que te impide tomar acción hacia un cambio, te hace creer que no puedes cambiar, te paraliza, te hace sentir vergüenza y te impide actuar hacia una nueva dirección.
La vergüenza que sientes cuando haces un acto del que te consideras culpable, no es más que un rechazo hacia tu persona, es decir, rechazas lo que crees que eres y digo lo que crees que eres porque no te define aquello que hiciste bien o mal, sino lo que vas hacer ahora con aquello que hiciste o no hiciste.
Sentir vergüenza, es natural cuando tienes la creencia de que todo lo que haces debe estar dentro de tu marco de correcto o perfecto, pero… ¿de qué sirve la culpa si tu propia auto-condena te impide tomar acción hacia el cambio? ¿Qué es lo que te hace creer que no puedes cambiar?
Está claro que no puedes cambiar el pasado, pero si puedes cambiar lo que vas hacer ahora con aquello que… ahora, sabes que puedes mejorar.
Existen muchas causas por las que sentir culpa, pero a mi sentir… la más entretenida de superar es cuando te sientes culpable por Ser o no Ser. ¿Qué quiero decir con esto? En el momento que te identificas con aquel acto por el que sientes culpabilidad estás tomando una definición de tu persona muy limitada, es decir, puede ser que te identifiques como perezoso o falta de valentía porque en un momento de tu vida no hiciste lo que creías que debías hacer, pero el que en un momento o incluso en varios momentos de tu vida hayas actuado de ese modo, no quiere decir que seas eso sino que en ese momento actuaste de ese modo pero… ahora, puedes elegir actuar de otra manera. Pero si sigues teniendo ese criterio de ti, lo único que hará es paralizarte y bloquearte para que no tomes acción hacia una nueva dirección en tus actos y tu persona. Tu puedes hacer de ti una mejor versión, y para ello, requiere de tu implicación y distanciarte del sentimiento de culpabilidad que te lleva incluso a auto-victimizarte por aquello que has creído que no podías cambiar de ti.
La culpa y la victima, hay momentos que van de la mano como forma de paralizar y no tomar la responsabilidad de cambiar tu realidad. ¿Con qué quieres identificarte? ¿Quieres ser una persona estancada en un pasado o a una versión de ti que cree no puede cambiar? ¿O quieres ser una persona que toma partido de su propia vida responsabilizándose de sus actos y dirigiéndose hacia una mejor versión de ti?
La clave de la auto-transformación, reside en creer que puedes hacerlo y creerlo con tanta fuerza que te impulsa a tomar acción hacia tu mejor versión. Tu puedes crear tu propio cambio, los demás podemos acompañarte para sembrar semillas dentro de ti, pero tú eres quien debe regar esas semillas para que germinen en tu interior y te lleven a tomar nuevas acciones en tu vida que te ayuden a Ser cada vez una mejor versión.
A veces, tu expectativa sobre tu persona o aquello que vives es mucho mayor que la realidad en sí misma provocando que tu autoexigencia genere sentimientos de frustración, impotencia, fracaso, enfado, rabia y tristeza que incluso, puedes llegar a cargar con los demás.
La no aceptación de tu pasado o tu realidad, tanto de tus actos, como de tu persona o de tu vida, te lleva a estancarte en un sentimiento de condena y castigo, flagelándote por algo que no puedes cambiar. El pensamiento recurrente que busca castigarte por algo que no puedes cambiar, no te ayuda a tomar acción hacia un cambio. Por ello, educa a tu mente para tomar una nueva dirección.
Lo bueno de todo esto, es que todo tiene solución y también de la culpa puedes liberarte si así lo decides.
El primer paso para liberarse de la culpa, es la aceptación de aquello por lo que sientes “culpa”. Acepta lo que te gustaría fuera de otro modo, acéptalo tal como es y ahora, toma responsabilidad de ello y piensa, ¿Qué has aprendido de esa situación? ¿Qué puedes hacer ahora para enmendar o mejorar esa situación o posibles situaciones futuras? ¿Qué harías ahora si pudieras enmendar el pasado? Ahora, piensa en un momento similar en tu futuro e imagínate cómo te gustaría actuar en ese momento, toma toda tu imaginación y crea esa imagen de ti porque tú puedes hacer de ti una mejor versión.
Es importante te marques metas alcanzables, tu cambio no viene de manera automática, aunque casi, pero requiere de tiempo, práctica y paciencia para que día a día puedas ir mejorando.
El segundo paso importante es tomar responsabilidad de tus actos para después perdonarte. Perdónate por aquello que ya no puedes cambiar y comprométete con lo que ahora sí puedes cambiar.
Una práctica personal que me sirve en esos casos cuando viene un pensamiento o emoción de culpa, es imaginarme en ese momento con una escoba de barrer en la mano y mientras me digo: “Me Perdono”, barro ese sentimiento limpiándolo de mi, después pienso en lo que puedo hacer para mejorar como persona.
Por lo que, el tercer paso importante, es el perdón, perdónate de todo lo que necesites liberarte y adopta el compromiso firme de dar pasos para ser cada día una mejor versión de ti.
Gracias por hacer de ti una mejor versión.
Juntos hacemos magia.